Dulce

Dulce

1 de septiembre de 2009

Saca esos clavos

Moraleja:

Érase una vez un chico con mal carácter. Su padre le dió un saco de clavos y le dijo que clavara uno en la verja del jardín cada vez que perdiera la paciencia o se enfadara con alguien.


El primer día clavó 37 clavos. Durante las semanas siguientes se concentró en controlarse y día a día disminuyó la cantidad de clavos nuevos en la verja. Había descubierto que era más fácil controlarse que clavar clavos.


Finalmente llegó un día en el que ya no clavaba ningún nuevo clavo. Entonces fué a ver a su padre para explicárselo.


Su padre le dijo que era el momento de quitar un clavo por cada día que no perdiera la paciencia. Los días pasaron y finalmente el chico pudo decir a su padre que había quitado todos los clavos de la verja.


El padre condujo a su hijo hasta la verja y le dijo: « Hijo mío, te has comportado muy bien, pero mira todos los agujeros que han quedado en la verja ».


Ya nunca será como antes. Cuando discutes con alguien y le dices cualquier cosa ofensiva le dejas una herida como ésta.

Reflexion:


Puedes clavar una navaja a un hombre y después retirarla, pero siempre quedará la herida. No importan las veces que le pidas perdón, la herida permanecerá. Una herida provocada con la palabra hace tanto daño como una herida física. Los amigos son joyas raras de encontrar.

Estan listos para escucharte cuando tienes necesidad, te sostienen y te abren su corazón.



Una de las bondades de la amistad es saber a quien confiar un secreto .


(Alessandro Manzoni)

4 comentarios:

Winnie dijo...

La moraleja del texto es fantástica. Yo además es que nunca, nunca he creido en el haceer daño al de nuestro lado...no lo concibo...será porque no me gustan las huellas de los clavos..Besos

Estela dijo...

Esta historia ya la habia escuchado pero el mensaje es tan importante que esta muy que no lo hayas recordado...antes de hablar mirar de no herir a los demas.

Un abrazo muyyy apretao!!!

Anónimo dijo...

Antes de clavar, hay que pensar en las consecuencias...

Besos.

Nuria Gonzalez dijo...

Pensar es importante, hablar de más negativo, pero la espontaneidad debe primar. Con ella nunca se hace daño si el receptor es conocedor de su buena fé.
En cuanto a los secretos; no hay mejor secreto que el que no se cuenta.
Besitos guapa