Tras una silueta cabril

Era una tarde apetecible,
la lluvia era dueña,
de todas esas siluetas,
cuyas miradas pertenecían,
a esos espectros amarillentos,
llamados Granadinos.

Una silueta cabril,
 hace su aparición,
dejandose caer
 más de una vez,
en esas calles empedradas,
sin darse cuenta llega,
a ese escaparate endemoniado,
ese mismo endemoniado,
que meses atrás le prometió,
amor eterno.

Con cierto temor,
empuja esa puerta,
mientras miles de miradas,
se vuelven para observar,
esa silueta cabril.

Dibuja un esbozo tímido,
a la vez que desea salir,
con una escoba,
como una meiga se tratará.

Una silueta esbelta y elegante,
le llama la atención,
borrando toda inseguridad,
y temor del rostro cabril..

Se siente prisionera,
de esa cárcel,
llamado probador,
ese mismo habitáculo,
dueño inmortal,
de miles de sollozos,
de toda silueta posible.

Mientras se engalana,
una dulce melodía,
comienza a oírse,
¿estás segura?
Creo que sí,
¡si que lo estoy!,
menos mal responde,
con  cierto alivio,
no todos los días,
visto a mi hija de novia.

( Viernes pasado)

PD: Esta entrada la hicé el viernes pasado antes de  la anterior, luego se me quito las ganas de publicarla. Pero déspues de meditarlo, he llegado a la conclusión de que nada ni  nadie, me va amargar ese dulce tan exquisito de vestirme de novia.

¡¡Un besazo para tod@s!