Tras ese exquisito susurro

"Los ojos son el espejo del alma" fue esta frase, mi acompañante indiscutible el sábado pasado.

Comprobé una vez más  que el tiempo por una vez se ponía de mi parte, terminé de "engalarme"  y fui decidida hacía ese pequeño "bólido", poniendo rumbo hacía esa ciudad dueña en antaño de la "Expo 92".

Después de disfrutar una vez más de los van y vienen de esa Autovía denominada A-92 y de saborear ese aroma de Estepa, llegué a esa ciudad cuyo aroma Azahar, me conquista locamente. Sin saber ni el como ni el porque, conseguí aparcar no muy lejos de mi primer destino. Con paso decidido pero tímido, me encaminé hacía el punto de encuentro.

Al llegar a la Estación de Sta.Justa, comenzé a buscar deliberamente, esos ojos negros, esa mirada penetrante que en antaño me hizo soñar y fue tras dejarme deslizar entre todos esos cuerpos andantes, cuando encontré esa mirada penetrante y enamoradiza, su mirada.

Mientras observaba como se acercaba timidamente a mi lado, una ráfaga me envolvió, haciéndome recordar, la última vez que nos vimos y fue esa ráfaga la que me recordó que a pesar de todo, de las circunstancias, siempre había estado a mi lado, con una sonrisa al estilo jocker, nos enfundamos en un gran abrazo, parecía mentira que hubiese pasado un lustro, desde la última que nos vimos.

Comenzamos a andar hacia esa Cervecería "Europa", para desgustar del exquisito sabor de los placeres Sevillanos, al mismo tiempo que hablábamos y cruzábamos miradas cómplices. Su mirada penetrante y enamoradiza no cesaba de recorrer cada recoveco de mi cuerpo, mientras un color rozado se apoderaba de todo mi ser.

Tras miles de sonrisas, múltiples  miradas cómplices y como un reloj de cuco se tratará, llegamos a un nuevo destino, lugar donde nos encontraríamos con dos exquisiteces. La sonrisa cautivadora de una y la dulzura de otra, sirvieron de guinda para una primera tarde de café.

Después de  despedirme no solo de  tres personas exquisitas si no auténticas puse rumbo hacía ese dulce y acogedor hogar, mientras la música se mantenía fiel a su volumen y los verdes prados sevillanos hacían el  resto, dí fe a esa frase que me había acompañado hasta el momento.

Y es verdad cuando  se dice " los ojos son el espejo de alma", ya que detrás de una dulce, brillante y arrolladora mirada puedes descubrir no solo a un ejemplar único si no la dulzura y espontaneidad personificada.

Me encantó deslizarme por cada curva de la autovia, me ruborizó perderme por esa Sevilla enamoradiza, me fascinó retomar esa amistad indestructible, pero sobre todo me encandiló poder comprobar que detrás de unas ligeras pero profundas lineas encontré una persona  dulce y sincera.

Mientras ese aroma de Azahar,

recorre cada recoveco,

de esa ciuda mozárabe,

una dulce melodía,

irrumpe de nuevo.

Su brisa contornea,

esa bella y afrodisíaca,

torre cuyo sutil renombre,

responde a Giralda.

La dulzura de sus vocablos,

conquista no solo a los lugareños,

si no a todo aquel,

cuya sonrisa hiptoniza.

Quisiera cerrar los soles,

y recordar de nuevo,

esa sonrisa enamoradiza,

cuyo exquisito susurro,

responde a Lorraine.

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS ^AISHKA^!!!!

¡Ha sido un auténtico placer conocerte!

Ya sabes "Nunca dejes de sonreír por que no sabes a quien le arrancarás una última sonrisa"