Dulce

Dulce

24 de enero de 2011

Sweet

Recuerdo con cierta nitidez,
nuestra niñez alocada,
nuestra adolescencia seria,
dibujo nuestra inmadurez,
perfectamente madura.

Te observo sigilosamente,
y no reconozco esa mirada,
esa sonrisa picará,
ese pose nada atractivo,
como si  de un demonio se hablase.

Con una sonrisa tímida,
reconozco con orgullo,
que a pesar de no verte como debería,
de sentirte como desearía,
de adorarte como esperabas,
sigues siendo el rey de esa casa,
que nos vio crecer,
el ojito derecho de esa adorada,
y exquisita madre mía,
el modelo a seguir a todas horas,
la exquisitez innata,
y el único hombre que permanece,
inamovible en mi corazón,
respondiendo su nombre,
al inquebrantable susurro de
Francisco de Sales.

(Poesía dedicada a mi pequeño pero Gran hermano mayor)





3 comentarios:

Winnie dijo...

Con tus dedicatorias siempre me dejas con el corazón encogido y admirado. Un besito

una sonrisa dijo...

qué bonito!! Tu hermano tiene que estar muy orgulloso de ti.
mira que llevo devanandome los sesos, porque necesito crear una poesia para alguien muy querido y joeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee no hay manera!!! grrrrrrrrr
Un besoteeeee

Nuncadejesdesonreir dijo...

-Winnie: ¿Sabes? siempre y digo siempre que te leo, me dibujas una inmensa sonrisa, sea el día que sea!.

Un besazo, peque.

-Una sonrisa: Solo deja salir lo que esa persona te inspira, lo demás vendrá solo!!....

Un besoteeeeeeee!