Bajo el manto estrellado,
de la ciudad donde Boabdil,
derramó sus últimas lágrimas de mujer,
se observa un sin fin de vidas.
A lo lejos se encuentra un ángel,
con la mirada perdida,
desde el mirador de San Nicolás.
Ese mismo mirador que fue testigo,
de sus paseos interminables,
por cada rincón de la ciudad,
de sus sonrisas sin fin,
a cada rostro que se cruzaba.
Le encantaba volver todas las noches,
a ese destino llamado "casa",
situada en calle puentezuelas,
desde donde veía,
cada alma perdía esbozandole,
una sonrisa de oreja a oreja.
Las mañanas se le hacían muy llevaderas,
se dejaba llevar,
desde Puentezuelas,
pasando por la plaza de Gracia,
intercalando por San Juan de Dios,
y terminando su destino,
en Ángel Ganivet.
Ese individuo fue el encargado,
de tardes y noches en vela,
para poder sacar cada asignatura.
Con el paso del tiempo,
las almas perdías de Granada,
fueron testigos de la marcha,
de esa sonrisa desbordante,
hacia un destino,
cuyo susurro responde,
gratamente al nombre de Barcelona.
Desde entonces se observa,
una estela en el cielo,
uniendo en un solo corazón,
a las ciudades de Barcelona y Granada.
de la ciudad donde Boabdil,
derramó sus últimas lágrimas de mujer,
se observa un sin fin de vidas.
A lo lejos se encuentra un ángel,
con la mirada perdida,
desde el mirador de San Nicolás.
Ese mismo mirador que fue testigo,
de sus paseos interminables,
por cada rincón de la ciudad,
de sus sonrisas sin fin,
a cada rostro que se cruzaba.
Le encantaba volver todas las noches,
a ese destino llamado "casa",
situada en calle puentezuelas,
desde donde veía,
cada alma perdía esbozandole,
una sonrisa de oreja a oreja.
Las mañanas se le hacían muy llevaderas,
se dejaba llevar,
desde Puentezuelas,
pasando por la plaza de Gracia,
intercalando por San Juan de Dios,
y terminando su destino,
en Ángel Ganivet.
Ese individuo fue el encargado,
de tardes y noches en vela,
para poder sacar cada asignatura.
Con el paso del tiempo,
las almas perdías de Granada,
fueron testigos de la marcha,
de esa sonrisa desbordante,
hacia un destino,
cuyo susurro responde,
gratamente al nombre de Barcelona.
Desde entonces se observa,
una estela en el cielo,
uniendo en un solo corazón,
a las ciudades de Barcelona y Granada.
14 comentarios:
Tu siempre de especial para cada una de las personas que te lees...
Felicidades...
Te ha quedado muy lindo!!!
Besos
Estoy llorando !Dios mio que bonito!..y con tan poca informacion has echo un verso que ademas es verdad...era una niña cuando hacia ese recorrido mi Granada que la llevo muy dentro de mi....Gracias eres un encanto y con tu permiso me quedo este verso para mi lo guardare en la caja de las cosas especiales..
Amiga un abrazo muyyy apretao!!
Precioso...
Y allá voy a felicitarla...
Muchos besos.
Granada y Barcelona, Lorca y el mediterraneo, el poeta Joan Maragall y las lagrimas del ultimo rey de la taifa. Juntar en un poema estas dos ciudades, es tocar el cielo con poesia.
Un Saludo.
Pero ¿de donde sacas ese poder de crear? Es increible y todo un detalle. Un besito para ti y para Estela también
sinceramente eres un angel ....muy linda entradada ....felicidades para Estela y eres muy buena amiga .
cuidate mucho ....besitos para ti y Estela
¡¡¡Felicidades Estela!!!
Es que esta chica es genial! Hace magia con las palabras :D
Eres un encanto, te acuerdas de todos y les dedicas unas palabras preciosas. Muchas gracias por recordar.!! Felicidades otra vez Estela!! .
Besitos guapa
Jooo que bonito!!!! q detallista eres!
Un poema profético y sobre todo histórico. No es solo bonito sino además excelente!
Siempre don estos REGALAZOS!!
Precioso!!
Un beso fuerte!
Muchas gracias a todos, por cada unas de vuestras lineas, sois geniales!!!
Y a tí Estela, felicidades de nuevo, esta echo para tí, asi que llevatelo donde prefieras..; Un besazo y un abrazo muy apretaico!
Yo ya la he felicitado en su blog...la felicito ahora aqui..y a ti por ser tan especial y conseguir sacarnos la lagrimita con tus detalles.
Besitos wapa
*Hadaluna: Gracias por tal homologacion!!
Besicos, guapa!
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