Llega el mes de Febrero,
mientras la noche cae,
en unas tierras lejanas,
como cercanas,
cálidas como ardientes.
Y cuando a través,
de la oscuridad,
cuando se difumina,
unas siluetas ardientes,
detrás de un aterciopelado biombo.
Una llamarada ardiente,
es el color predominante,
de esas dos siluetas,
ardientes como fogosas,
lujuriosas como sensuales.
Sin nada que esconder,
se funden en una sola silueta,
saboreando cada recondito hueco,
perfilando cada ápice, cada gesto,
consiguiendo una vez más,
llegar al éxtasis supremo.
mientras la noche cae,
en unas tierras lejanas,
como cercanas,
cálidas como ardientes.
Y cuando a través,
de la oscuridad,
cuando se difumina,
unas siluetas ardientes,
detrás de un aterciopelado biombo.
Una llamarada ardiente,
es el color predominante,
de esas dos siluetas,
ardientes como fogosas,
lujuriosas como sensuales.
Sin nada que esconder,
se funden en una sola silueta,
saboreando cada recondito hueco,
perfilando cada ápice, cada gesto,
consiguiendo una vez más,
llegar al éxtasis supremo.
5 comentarios:
En Febrero...se sigue viviendo...besos
¿Autobiográfico? ¡Enhorabuena! :)))
Ays, que suerte, yo también quiero... ;)
Un besazo.
Enhorabuena preciosa .
Besitos cielo.
Es tan bello fundirse en una sola silueta... Disfrútalo!!
Besos
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